Esta semana estuve mejor de salud, y con más ganas para trabajar en lo rutinario y también en los retos nuevos.
Estuve leyendo mucho más que en semanas anteriores. Tuve más concentración para largas lecturas, lo cual siempre se siente bien.
En "Los buscadores de libros" encontramos una novela para adolescentes con temas interesantes a esa edad, como cambiarse de ciudad, hacer nuevos amigos, llevarse bien con los padres y hermanos, etc. Y también encontré el lado sobre crear juegos, escribir libros y disfrutar la lectura en general.
Tiene bastante 'fan service' para los que nos gusta leer.
Estoy a punto de leer los últimos capítulos, y se acerca ese sentimiento de ¿Ahora qué?. Hace tiempo no leía una novela en formato físico, y el recorrer las páginas e irse acercándo la parte final de libro se siente curioso.
Seguramente leeré pronto alguna otra novela ligera. Hay bastantes clásicos en el librero, así que en próximas semanas les contaré cual sigue.
En clase de Negocios surgió la preocupación sobre el estado actual de la economía, y la pérdida de empleos.
Recordé "¿Qué harías si no tuvieras miedo?", un libro que recomendaron en algún podcast, ya hace años.
Le quité el polvo digital y volvi a empezarlo. ¡Vaya! Que extraño se siente que con el paso de los años olvidas lo que dice y lo lees con nuevos ojos.
Sigue siendo válido lo que se escribió en 2013, y ahora es más presente que nunca. La forma de trabajar se reinventará producto de las crísis, los modelos económicos insostenibles y el exceso de automatización.
Eso que hace 10 años se veía como algo lejano, cada vez más está tocando a la puerta, y no entrarán los cambios con suavidad, sino llegarán a golpe de despidos, industrias que cierran y retos ecológicos.
Es libro es una buena guía para recuperar un optimismo realista, entendiendo de donde se parte y ayudando a diseñar una nueva realidad.
Algo que me deja mucho reflexionando es el cambio cultural que estaremos experimentamos al salir de la era industrial, y pasando por el duelo hacia un poscapitalismo.
Dos extremos muy comunes al pensar sobre las nuevas tecnología son: Me perjudicará, o me beneficiará.
Generalmente somos muy radicales. Les tememos o las amamos. En realidad tiene un poco de ambos. Nos dolerán muchos de los cambios que vendrán, por ejemplo si perdemos nuestra actual fuente de ingreso, aunque harán más comoda nuestra vida en algunos aspectos, como sería al momento de consumir información o no tener que manejar y lavar nuestra ropa.
He estado leyendo algunos relatos de ficción sobre la entrada de la Inteligencia Artificial en las vidas, y el que más me llamó la atención fue uno sobre llenar nuestras necesidades afectivas por medio de un ente artificial.
¿Podemos remplazar las personas con 'empatía' artificial?
¿Así como hay más amistades remotas, se podría tener una AI como amigo? ¿Qué hay de los romances o incluso reemplazar a un ser querido?
¿Podemos simular realmente amor? ¿Nuestras necesidades afectivas podrán cubrirse con algoritmos que conocen tanto de nosotros?
¿Qué tan conveniente es que un sistema tome decisiones emocionales por nosotros?
Interesantes reflexiones que seguirán surgiendo conforme la tecnología avanza y permea en cada aspecto de nuestras vidas.
También estoy retomando el hábito de escribir en varias maneras, además de editar textos de otras personas, lo que también disfruto bastante.
Sigo compartiendo en Micro-blogging, principalmente Twitter (sígueme en @eaplmx), aunque me estoy concentrando en textos más largos como en este blog.
Y sigo con la espina de escribir un libro. El formato que más me ha gustado es el de agrupar varias entradas temáticas en el blog y editarlas como un
Esta semana trabajé menos horas que en las anteriores. No pude dedicar tantas al inicio, por estar recuperándome.
La parte positiva fue que pudimos aplicar a una convocatoria con MurParty, lo que nos ayudará a llevar este concepto a más gente en el estado.
Es de esas actividades que no sabes exactamente sí el tiempo dedicado llevará a un resultado concreto, así que queda meterla al "porcentaje de bateo" y ver que ocurre.
-------------------------------------- On week 12 you worked 16:32 h -------------------------------------- murParty 5:52 35.5% personal 2:35 15.7% gemu 0:22 2.3% class 6:43 40.7% book 0:57 5.8%
Comienzo clases en el Tec, las cuales estarán interesantes. Programación para estudiantes de Humanidades. El reto me interesa, aunque existe la resistencia como si a un estudiante de medicina le pides que conozca algún aspecto técnico de su profesión. Siempre es un reto como instructor, más si no se ve una aplicación inmediata a lo profesional.
Lo único que me gustaría evitar es el sentimiento que encontré en uno de los libros que mencioné arriba:
"Gente desmotivada que explica información inútil a gente a la que no le interesa"
De mi lado, la motivación viene intrínsecamente de ofrecer información útil, atractiva e interesante, aunque quizás el momento para los chicos es el equivocado.
Cuando debes estudiar por "obligación" al llegar la edad de decidir tu camino profesional, a los 18 años, se pierde mucha motivación. De mi lado reaccionar ante alumnos que no les interesa, te baja un poco el ánimo.
Esto lo he balanceado con clases para los últimos grados, aunque aún así falta el brinco hacia la profesionalización: Personas que ya han trabajado por lo menos unos años, y ven en la educación una posibilidad para seguir mejorando.
Sigo buscando impartir cursos para personas intrínsecamente motivadas, más allá de estudiar pues es algo que "deben hacer". Sigo actuando en ese sentido.
Esta semana grabamos un podcast en el grupo de Juegos Serios, y surgió una interesante discusión sobre si puedes "inyectar" motivación intrínseca. Y resonó mucho conmigo ese interés que el alumno debe traer, junto con un ambiente propicio que impulsa el profesor. Aunque se requieren ambos. Pronto saldrá el episodio con esa buena chispa.
Mientras se edita el nuevo episodio, puedes ver charlas anteriores acá:
YouTube - Canal de Juegos Serios
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¡Es todo! Nos vemos la próxima semana.
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EOT
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