Lo 'normal' es que tengas un teléfono inteligente y lo uses para tu vida personal y familiar, y que también lo uses para recibir llamadas del trabajo, abrir los documentos de los clientes, y estar revisando el mail. Tienes en el mismo lugar los Chats de ventas de la colonia, y el contacto de tu cliente más importante.
Lo hemos normalizado y esto nos mete en problemas. Estamos todo el tiempo atentos al mar de notificaciones del trabajo, después nos distraemos por una hora revisando los micro-videos y el mar de memes.
Luego en la empresa nos dan 'el mejor teléfono posible', y lo cargamos todo el tiempo, por lo que llevamos la oficina en el bolsillo, con el pretexto de que tengo una gran cámara, y ahora tenemos las fotos del cumpleaños de la sobrina, con la cotización de los proveedores.
Ten dos teléfonos. Uno para tu vida personal, otro para tu vida laboral.
Ya sea que te lo de la empresa, o que tu lo compres para trabajar, ten dos números, dos Whatsapps, dos conjuntos de aplicaciones diferentes.
En cuestión de costos, bueno, son unos 10 dólares más al mes, y quizás 300 dólares por el teléfono. ¿Vale la pena? No lo se, tú dime.
Para mí las ventajas valen la pena. Te explico.
Nuestro miedo a salir de la casa sin teléfono es real.
¿Qué pasa si tengo un accidente y necesito hablar al seguro del auto, o de gastos médicos? Te llevas tu teléfono personal con los contactos de emergencia y los datos de los seguros.
¿Hay una emergencia, tus hijos de accidentaron, tu tía está en el hospital? Pueden marcarte al número del trabajo por ser un tema de vida o muerte, aunque saben que NO es un asunto de trabajo.
Sales a una cita con tu pareja. En lugar de estarte distrayendo con llamadas del trabajo, lo dejas en la oficina o en la casa.
¿Estás en la oficina? Dejas el teléfono personal, donde tienes las redes sociales personales, y el Whatsapp con los grupos de la colonia, en un cajón. Lo revisas antes de llegar a la oficina y al salir.
¡Pero no puedo revisar esa información urgente cuando estoy caminando en el parque por la noche! Reflexiona si eso es lo que más te conviene.
Enfocarse en lo que estás haciendo, claro que vale esos 10 dólares al mes.
No te niego que la cercanía y la flexibilidad es una habilidad que tus clientes y familiares apreciarán. Reflexiona si mezclarlos te ha funcionado. Atender asuntos personales mientras estás con un cliente, y estar pensando en trabajo mientras estás jugando con tus hijos.
El asunto de separar tu vida personal y laboral, o al menos tener la capacidad de hacerlo, es que te des permiso de hacerlo. Que puedas seleccionar físicamente en qué estás en este momento, tomando el teléfono adecuado para la situación.
No lo hacemos por miedo, por el temor a perder ese 'gran contrato'; que los jefes sientan que no estás con la camiseta puesta; que tu familia sienta que no les dedicas atención y que tu pareja se quiera divorciar pues no atiendes el teléfono al instante que te marca.
Y la solución es más compleja. Implica mejorar la comunicación con las personas que te rodean.
Que tu familia tenga una respuesta en caso de una emergencia mientras estás en una importante junta. Que tu cliente se sienta atendido mientras estás cenando con tus suegros.
Aquí tendrás que poner una red de soporte para ellos, pero el primer paso es que no seas tu la persona que está del otro lado del teléfono, constantemente distraída por asuntos que desde el principio, alguien más debería atender.
Cuando estés con tu familia, disfrútalos al máximo. Incluso apaga los dispositivos electrónicos. Disfruten una bebida caliente y una buena conversación.
Cuando estés en tu trabajo, disfrútalo al máximo, enfócate, se lo más profesional posible. Genera una gran experiencia y delega la atención 24/7 a sistemas automáticos y otras personas. Trabaja de una forma inteligente y que mejore tu estilo de vida. Empieza hoy.
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EOT
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